Varios solicitantes de asilo fueron detenidos en Londres por presunto trabajo ilegal como repartidores para plataformas como Just Eat, Deliveroo y Uber Eats. La operación tuvo lugar el lunes frente al hotel Thistle City Barbican, en el centro de Londres, donde las autoridades interceptaron a varios individuos que regresaban de hacer entregas en bicicletas eléctricas, portando mochilas de reparto. Se confiscaron teléfonos móviles y vehículos.
Según el Ministerio del Interior, los detenidos —originarios de países como Irán, Pakistán y Afganistán— habrían accedido a cuentas de reparto alquiladas o compartidas a través de redes sociales, una práctica que permite eludir los controles de verificación de identidad.
El operativo, en el que participaron más de 20 agentes de inmigración, responde a un aumento del trabajo ilegal por parte de solicitantes de asilo en centros de acogida de Londres. Algunos detenidos fueron liberados sin cargos, mientras continúan las investigaciones.
Ante lo ocurrido, el Gobierno exigió a las plataformas la implementación de controles más rigurosos. Just Eat, Deliveroo y Uber Eats acordaron aplicar reconocimiento facial diario y reforzar sus sistemas antifraude. Tienen 90 días para implementar los cambios.
La ministra de Seguridad Fronteriza, Dame Angela Eagle, advirtió que el Ejecutivo no tolerará el uso de trabajo ilegal. También anunció la confiscación de bicicletas eléctricas cerca de hoteles y centros de acogida. Desde el Partido Conservador, se calificó la situación como un “factor de atracción” para la inmigración irregular.
La ley británica prohíbe a los solicitantes de asilo trabajar mientras se resuelve su solicitud, salvo en casos excepcionales. El Gobierno ha informado de un aumento del 51 % en arrestos por trabajo ilegal en el último año.